Según dicen la verdadera patria de un hombre es su infancia. Quizá las sensaciones de la comida y el vino sean la mejor manera de ir y venir a momentos y emociones de esa patria. Por ese lado va tejiendo su charla Josep Pitu Roca, el sommelier del Celler de Can Roca, el mejor restaurante del mundo. Habla de cómo los sabores son el mejor, acaso el único, camino sensorial hacia la emoción y la memoria. “El impacto de cada olor, y sabor nos lleva a historias de familia y anécdotas”, dice Josep en tono pausado, como casi en susurros mientras camina lentamente por un escenario iluminado con luces baja.
Hay una sala de teatro colmada de hinchas de la comida y el vino que lo escuchan, algo hipnotizados. Roca muestra un video corto en el que un cocinero de su restaurante está disfrazado de Marcel Proust, el escritor francés que eternizó aquella idea de sabores y recuerdos en su famoso libro En busca del tiempo perdido. El video en pantalla gigante complementa el relato del sommelier con inmaculado orden. De repente, la pantalla se cubre con ingredientes de la cocina en plena preparación y mutación de texturas. Y luego un cordero con pan de tomate que hacen agua la boca.
Fuente: Elconocedor